El año en 50 álbumes: un mapa cultural con lo mejor de la música de 2024
50 álbumes. Los 20 mejores de Colombia. Un análisis de las tendencias a través de los discos del año. Las listas, la salsa, el hyperpop, las popstars, el post trap y el status del rap.
Después de años haciendo listas con una visión editorial en Shock, esta es la primera vez que publico una lista personal, pero esta vez contiene otro tipo de análisis. Lo hago para no perder la costumbre y sistematizar mis archivos. Si quieren el drive de discos colombianos de 2024, sigan a Criba en Instagram y envíennos un mensaje pidiéndolo (incluye 100 álbumes).
Hay que decir la verdad. Son tiempos difíciles. No hay atenuantes. En 2024 la industria de la música pop nos sometió a un nuevo disco de Camilo y al lanzamiento de la colaboración “más importante” del reggaetón colombiano, +57. Al primero lo redimió su audiencia y quienes quieren congraciarse con ella. La canción, en cambio, fue intrascendente, pero todo se agravó con los comentarios que generó. El daño colateral fue tal que hasta tuvimos que escuchar la opinión de los Doctor Krápula al respecto.
A pesar de todo, hay mucho para pensar alrededor del pop colombiano. Como en años anteriores, Morat, Karol G y Feid siguen trazando el rumbo del pop local. Pero 2024 fue, especialmente, un gran año para Feid, que llenó un concierto tras otro, salió en el Spotify Wrapped de medio país (fue uno de los 10 artistas más escuchados de Spotify EN EL MUNDO) y, para rematar, en diciembre estrenó álbum. (No hablaré más de Feid aquí, aunque sea crucial para entender el pop nacional, porque en este otro artículo lo estudié detalladamente).
También apareció una tendencia interesante. Así como hace dos años hablábamos de un revival del merengue, hoy parece que atravesamos una “salsificación” del pop latino. En 2024 salieron discos de colaboraciones como el Tropicalia de Fonseca y el El cantante del ghetto de Ryan Castro. En el primero, Fonseca colabora con el Grupo Niche y Gilberto Santa Rosa. En el segundo, El cantante del ghetto (que tuvo su momento culmen con El ritmo que nos une) se viste de salsero para hacer una canción con COQE y LA ETERNA.
Sumémosle que Juliana y Camilo hicieron canciones de salsa; y que, afuera de Colombia, Rauw Alejandro también se puso el traje de salsero para cantar Tú con él de Frankie Ruíz (probablemente, y si la Feria de Cali me lo permite, sobre eso hablaré en el próximo Substack).
Antes de continuar, una aclaración: cuando hablo de pop en Colombia estoy metiendo en el mismo costal al reggaetón y a las baladas/tropipop tipo Fonseca, Andrés Cepeda o Morat y sus correspondientes emuladores. Dicho esto, no hablaré de esa categoría en esta lista. En parte porque no ha presentado muchas novedades respecto a los años anteriores y en parte porque creo que esos resúmenes están completos en otros espacios (recomiendo ver el listado de Rolling Stone en Español o los más escuchados en Spotify).
Hablemos, ahora sí, de la lista que verán más abajo.
Para superar el name dropping de los rankings con comentarios elogiosos a artistas más o menos conocidos y una que otra cara que presentamos como revelación, esta lista incluye comentarios sobre categorías en las que se inscriben los discos estenados este 2024.
Ante la sobreoferta de música, creo que hay que revelar las intenciones de nuestras elecciones, buscar patrones que trascienden lo incidental y pensar en el significado y la relevancia cultural.
Aquí meto la cucharada entre las listas para plantear un orden de categorías. Los comentarios de cada categoría y la selección de álbumes tienen sentido cuando conectamos los puntos. El mercado de la música funciona de modo globalitarista: los horizontes de creación cultural están inevitablemente conectados, a pesar de que no ocurra lo mismo con las condiciones de producción.
De entrada, verán los 20 mejores discos colombianos de 2024. Incluí los que considero claves en la consolidación de la música colombiana; bien sea por la novedad generacional o porque están vinculados a comunidades emergentes.
La segunda parte de esta selección (con discos iberoamericanos y anglo) habla en gran medida de las otras listas. No comento cada álbum, sino a los grupos y las tendencias que demarcan.
Al final, completan la lista mis 10 favoritos.
Los mejores 20 álbumes colombianos de 2024
Afrofuturismo en Cali
La cosecha artística de Cali crece en nombres y en formas de hacer música hace casi 5 años sin pausa. El camino que han delineado los músicos caleños se resiste al tradicionalismo y abarca un cuidadoso maridaje entre el sonido e imagen. Curiosamente, cuando la salsa reaparece ahora de la mano de los artistas pop, lo que emerge en la “ciudad de la salsa” busca vías de escape. Esa obstinación por subvertir el orden de la representación es crucial para el afrofuturismo. La nueva movida caleña hace rap, afrobeats, trap, baladas, dancehall, R&B, dembow o ritmo exótico del Pacífico, pero por encima de eso están el orgullo y la experimentación. Sus referentes son tanto la música afrodiaspórica como la maquinaria espacial y la vida en el barrio. Los siguientes cuatro álbumes fueron lanzados este año y todos ellos, aunque suenan diferente, creo, pertenecen a la misma movida, que ha sabido reproducirse y de la que hacen parte, entre otros, nombres como Jossman, Alexis Play, Branbel y Neviller.
Joyas del barrio - Junior Zamora
Todo significa algo en Joyas del Barrio. Estos 15 cortes son el resultado de un cuidadoso acercamiento al barrio en el que nació Junior, El Vallado. Es un retrato costumbrista de autor, una invitación a recorrer sus pequeños callejones e identificar sus personajes. Si en sus trabajos anteriores Junior se presentó como una voz de R&B nacida en el góspel, acá muestra su lado cyborg-punk-anarquista. Escanea su barrio y lo presenta como lo vive, con rudeza, pero también con familiaridad. Junior se puso las joyas para hacer rap, trap y, al final del disco, se las pulió para hacer baladas.
AAA - Dawer X Damper
Este disco es corto pero visionario. Aquí los beats son minimalistas y las voces son el hilo conductor, bien sea para denunciar o para desdoblarse y percutir. Cuando rapean, por ejemplo, en Tajazarao son punzantes con la hipocresía de la industria y con la envidia hacia los triunfos de las personas negras. En Malo H, quinto corte del álbum, se adelantan a su tiempo con una canción que prescinde de las estructuras convencionales de la canción comercial, experimenta con el eco y las voces robotizadas. El pop local necesita más de esto.
Queen of Trap - Lil Keren
Lil Keren traza una raya en el piso con el pie para que nadie se le acerque y mira desafiante. Esa es la imagen que se me viene a la cabeza cuando escucho los 11 cortes de este álbum debut de la autoproclamada como la Queen del trap. Keren compone, rapea y se presenta con rudeza; con trap oscuro, crudo y retador. Si bien los beats de este álbum evocan en su mayoría al sonido del sur de los Estados Unidos (y poco se alejan de ahí) el flow de Keren llena las barras del calor del trópico. Un disco debut para aplaudir.
AMBRUSTIC BOY - Maikcel
Después de frentear con su voz en grupos como Zalama Crew o el colectivo La Pacifican Power, esta es la presentación de Maikcel como solista. En Ambrustic Boy hay afrobeats, trap, R&B y rap guiados por la marimba de chonta y por el flow alegre de Maikcel. Ambrústico significa estar bien, es una declaración de la personalidad y la forma de hacer música de un músico que se las trae.
La fiesta después del reggaetón
En Cali, paralelamente con el afrofuturismo, está creciendo una movida nueva de reggaetón. Es una nueva generación y otro estilo. Pero con la nueva generación del reggaetón vienen también los que, sin inscribirse en el perreo, aunque inspirados por el potencial de sus baterías, exploran otras formas de hacer otra música de fiesta. Estos tres álbumes representan acercamientos diferentes a la cultura del baile pero también apuntan a otros ambientes.
Todo puede suceder - MAGNA
Magna, de Medellín, se trae entre manos una versión más indie del sonido de su ciudad. Este es su segundo álbum y está inspirado en las fases del sueño. Para representarlas pasa por el dembow rebajado, los afrobeats y la música de club. Su estilo y su personalidad son más calmadas. En las 10 canciones de Todo puede suceder Magna rompe con el sonido fiestero y se acerca más a la nueva ola de los artistas de México. De eso hablaremos más adelante.
Los Reyes del Mar - Hamilton
La tradición de la música popular en Cartagena está emparentada con los ritmos africanos. Se sabe desde siempre. Lo que hace Hamilton en este álbum, que presentó después de que su sencillo Madrid (con Zaider) sonara en todo lado, es traer de nuevo ese vínculo al mainstream. El Caribe necesita un nuevo campo en el pop y Hamilton y Zaider lo están ocupando. Ya no inspirados tanto en el sonido de la champeta, el soweto o el soukous, sino en un fenómeno global, los afrobeats. Los Reyes del Mar es una compilación para imaginar atardeceres en la playa de Cartagena.
KREMAYERA - 2AT
Hay varios fenómenos musicales ocurriendo al mismo tiempo en los últimos años que han sido cruciales para las nuevas audiencias alternativas de las grandes ciudades: el renacer del emo y la exportación de la guaracha son algunos de ellos. Durante un tiempo, con la aparición del emo/trap/reggaetón de los Brokix, hasta pensamos que el reggaetón iba a moverse en esa dirección. Y la guaracha, años atrás denostado con clasismo y asociado a la narcocultura, ya rompió el cascarón de clase. En Bogotá nos apropiamos de él. Lo aceptamos y lo acogimos. Ahora se está cruzando con el indie, con el emo y con el ruido de Bogotá. 2AT, que tiene pasado en Babelgam, representa bien esa combinación de movidas en su primer disco. Acá hay guaracha, sobeteo, hyperpop y más.
La tradición alternativa de Bogotá
El indie bogotano es un sello identitario de la ciudad desde hace años. Esa movida abarca desde la melancolía irónica de Nicolás y los fumadores, pasa por la movida cantautoral, el creciente sonido R&B y las rarezas que tratan de re-pensar la música de los andes. Probablemente para el bien de la ciudad, no hay muchas más bandas que intentan emular a las encumbradas Bomba Estéreo o a Systema Solar. El indie bogotano no suena necesariamente a rock, acoge a un círculo de músicos que experimentan bajo el cielo gris de esta ciudad.
Mosaico Pirata - Duplat
En una entrevista reciente, Duplat describió a Bogotá como una ciudad oscura, hipócrita y hostil. Este álbum es su interpretación del sonido de la ciudad filtrado con un sonido que provoca una alegre disonancia, pues suena optimista, a pesar de que sus letras no lo sean. Refleja, en efecto, la sensación de vivir en medio del caos, pero también al borde de una emoción vertiginosa. Mosaico Pirata es groovero y evoca una nostalgia por la música de los 70 y 80. Es un disco de amor irónico por la vida en Bogotá.
Querer quedarse queriendo irse - Chell
En 2023 Chell me contó que, desde que empezó en la música, atravesó por un proceso doloroso de abrirse emocionalmente para contar sus historias en sus canciones y no cantar con palabras de otros. Entonces ya tenía dos álbumes. Este es el tercero de su prematura carrera y en el que más transita entre géneros como el R&B, la bachata, la salsa y la balada. Todas sus composiciones giran alrededor del mismo eje, el conflicto amoroso. Y no la agota exprimiendo los rangos emocionales de una sola emoción. El mismo conflicto. Notablemente, siempre encuentra nuevos ángulos para pensarse.
No todos los caminos conducen a lo mismo - Héroda
En la línea del indie pop/rock girlie nostálgico e introspectivo que reina en los listados internacionales (y del que hablaré más adelante), aparece este el álbum debut de la bogotana Héroda. Son 10 cortes con una atmosfera misteriosa que escarban con calidez en la tristeza y en los días sombríos. Este es el sonido de Bogotá puesto en perspectiva emocional. Una novedad interesantísima la carrera de Héroda.
LA DOSIS MÁXIMA - Gato e’ Monte y Felipe Orjuela | Bogotá, Colombia
Ir al estadio, salir de fiesta y emborracharse. Levantarse desorientado, caminar enguayabado, comer pollo asado y, con grasa en las manos, pedir fiado para seguir tomando. A eso suena este disco de Gato e’ Monte y Felipe Orjuela. Al canto tosco y roído de Gato se le suma el estudio sistemático del tropicalismo de Felipe. En estas 12 canciones aparece la gracia de una nueva bogotanidad anclada al sonido campesino, como debe ser.
El pastel del rap colombiano
No hay mucho que decir sobre esta categoría que no se haya dicho antes. Esta es tierra de raperos. Este año lanzaron álbum algunos de los escritores más afilados: los Alcolirykoz y N Hardem. Yo me quedo con estos tres. Pero antes, también una mención al EP 90 bpm’s de El Muisca y Ramzes Buda.
Cimarrón - Rocca
El ruido de fondo de este álbum fueron las revueltas sociales en Colombia y Europa alrededor de 2020. Así se siente su atmósfera: caos, rap oscuro, barras combativas y llenas de rabia. Rocca depuró los versos innecesarios y afiló cada línea con mordacidad. Cimarrón fue lanzado en español y en francés. Tiene 17 cortes en cada versión. El cimarronaje moderno del que habla hace referencia a la liberación de las cadenas mentales y al reconocimiento del ADN de los migrantes; a la esclavitud de esta era, el trabajo y la alienación digital. DJ Duke, miembro de la legendaria agrupación francesa Assassin produjo las canciones junto con Rocca. Pintó el paisaje rudo de este disco sin saber que sería su última obra, pues murió durante la grabación víctima de una enfermedad.
Medallas de oro - Vic Deal
Entre líneas que disparan a muchos lugares, Medallas de oro es una reflexión sobre el arte. Vic cuenta a quienes estudia, piensa sobre la distancia entre el sonido y la imagen y en la trascendencia de las obras en el tiempo. También desbarata egos, se llena de orgullo y desinfla a la pretensión de otros artistas. Tiene boom bap y beats a lo West Coast. Mis barras favoritas aparecen en Como suena.
Dulcinea - Kei Linch
Kei Linch tiene una inesperada capacidad para intercambiar voces y personalidades. Pasa de la voz dulzona al fraseo áspero como si estuviera deslizándose. En este, su álbum debut, explora todas sus facetas y reclama ciertos símbolos que le dan sentido a esos saltos inesperados entre géneros. Hace que suenen cohesionadas la cumbia, la canción popular, el rap combativo y el trap oscuro.
Los tres golpes - El Kalvo
En este álbum El Kalvo se corona como el foodie del pueblo, un catador del corrientazo, la sopa, el seco y el pollo asado. QUÉ DISCO. En cada una de las 17 canciones de Los tres golpes el rapero bogotano, con su estilo particular de cantar, tosco y descarnado, exhibe su capacidad creativa para contar historias; le saca jugo, literalmente, a los placeres más banales, como desayunar, almorzar y fumar bareta. Todo lo hace como dice en una de sus canciones más sugestivamente gastronómicas, con “ordinaria elegancia”.
La diáspora colombiana
Desde hace años también que las primeras y segundas generaciones de colombianos migrantes hacen música desde el exilio que, de cualquier forma, hace parte del repertorio nacional. La lista acá incluye artistas con muchos estilos y tipos de carreras. Sa!koro, probablemente, representa el crecimiento de un under lo fi hiperreferencial y sucio que crece en todo el mundo. Y Kali Uchis al pop más cercano al mainstream. En todos los casos, son músicos virtuosos.
Orquídeas - Kali Uchis
Orquídeas empieza con un bloque de canciones de synth pop. En una de esas canciones colabora Peso Pluma, quien destapa su versión más indie alternativa. Kali Uchis lo dice y lo demuestra: es la favorita de Dios. El disco avanza mostrando capas que van mucho más allá de sacar de su zona de comodidad al ídolo de los corridos tumbados: es multilingüe, multigénero y multigeneracional. Después del synth pop vienen bloques de canciones influenciadas por la música latinoamericana: hay boleros desgarrados, merengue y dembow. Tiene fiesta y melancolía pero también echa mano de la refinación del amapiano o del house noventero. De nuevo: Kali Uchis es la favorita de Dios.
Palacio - Elsa y Elmar
El nombre del segundo corte de este álbum describe el espíritu del disco entero y, probablemente, de toda la producción de Elsa: “Drogada de emociones”. Así está y así invita a su público a contemplarse. La reflexión sobre el efecto casi narcótico de la incertidumbre, la felicidad, el enamoramiento, la tristeza, la impotencia y el dolor aparecen acá presentados en forma de balada pop, indie y hasta hyperpop.
Before It´s Gone - Salt Cathedral
En 2020 esta dupla conformada por Nicolás Losada y Juliana Ronderos lanzó CARISMA. Era un disco en spanglish en el que, a excepción de una que otra canción, jugaba a la electrónica tropical que propulsó en el país Bomba Estéreo. Para este, su segundo álbum, se movieron en una dirección más experimental. Y fue lo mejor que pudieron hacer. Juliana reflexiona sobre el futuro y explora su técnica vocal en medio de una crisis existencial, creando sonidos cálidos y envolventes que tienen tanto de pop como de expresión teatral.
GS3 - Sa!koro
GS3 completa una trilogía que empezó con los álbumes Gracias Saiko 1 y Gracias Saiko 2. Los tres álbumes están hechos de la misma forma: son una miscelánea de sonidos y efectos sobre los que Sa!koro dispara ocurrencias. Son como sueños convertidos en plugg, bajos estallados y samples con brillo. Es pastiche psicodélico y entretenido. Gracias Saiko.
Valerie - Tei Shi
Este álbum es especial para la colombo-canadiense Valerie Teicher Barbosa porque le significó sacudirse de su anterior equipo de trabajo y lanzarse al ruedo como artista independiente. Después de que no le contestaran el teléfono, Valerie conjura experiencias personales asociadas a la pérdida con calidez y ánimo experimental. Así que debería ser un álbum significativo para todos los que se han sentido traicionados, romántica o laboralmente. Empieza con una bachata de despecho dedicada a ese problema contractual. Pero más allá de eso, son 13 cortes en los que agarra la frustración, la mastica y experimenta con ella en español y en inglés.
Los álbumes y las movidas de Iberoamérica
Rap y trap del sur
En las ciudades capitales de Colombia, gran parte de los nacidos entre los 80 y 90 fueron moldeados en su adolescencia por el rock argentino y, probablemente en menor medida, por el mexicano. Ese flujo de influencias se mantiene entre los más jóvenes, pero gracias al rap y al trap del sur, que se ha alimentado también del reggaetón y de las variantes más melódicas del trap español. La cosecha del rap es grande en el continente, y se ha mantenido gracias a álbumes como estos, que cruzaron el umbral del nicho y que, junto con la música regional mexicana (con todas sus variantes) comparten espacio en la cima de popularidad junto con el reggaetón. A excepción de Sofía Álvez, que está más emparentada con la movida cantautoral, estos raperos han dialogado con el rap de la mata tanto con su tradición local. (el de Dillom es uno de los tres álbumes favoritos en Indie Hoy)
La forma del lodo - Sofía Álvez (EP) | Uruguay
Por cesárea - Dillom | Argentina
Descartable - Wos | Argentina
El último baile - Trueno | Argentina
El pop latino más allá del reggaetón
Como mencioné arriba, detrás del reggaetón, principalmente en México y Argentina, vienen apareciendo movidas experimentales que crecen en nuestro continente. Los discos más populares de reggaetón este año fueron los de los portorriqueños Álvaro Díaz, Rauw Alejandro y (hasta donde se les puede llamar reggaetón) Young Miko y Villano Antillano.
Desde Argentina, con un sonido post trapero y housero, que a veces se pasa al techno o al drum n bass, Paco Amoroso y Ca7riel cruzaron inesperadamente un umbral después de salir en el Tiny Desk. Su historia es bien conocida después de esa aparición, pero pocos días antes de la publicación de ese video, de hecho, vinieron a Colombia sin hacer mucho ruido. Ahora son una revelación.
En México nombres como HUMBE, NSQK y LATIN MAFIA están trazando un camino más melódico y pausado, que hereda muchos elementos del trap, pero también del indie y el bedroom pop y el R&B. Sus producciones son cálidas y espaciales.
Al mismo tiempo, en Venezuela y Chile parecen haber encontrado mayor eco influencias del techno, la guaracha y, en general, la música electrónica latinoamericana. Artistas como AKRIILA, Baskiat o Neeus han echado mano del sonido robótico y de la electrónica para establecer un nuevo dominio en la fiesta, como lo ha hecho Soto Asa en España desde 2020.
Salvadora - Baskiat | Venezuela
Todos los días todo el día - LATIN MAFIA | México
Baño María - Ca7riel y Paco Amoroso | Argentina
ARMAGEDÓN - HUMBE | México
ATP- NSQK | México
FRANCISCO - Neeus | Venezuela
Disco 9 - Soto Asa | España
Voces experimentales
De un lado más experimental, cercano al rock o a la reinvención del folk, aparecieron estos álbumes que aparecieron en listas como las de Mondo Sonoro, NPR y Pitchfork.
Bodhiria - Judeline | España
Sonido Cósmico - Hermanos Gutiérrez | Suiza-Ecuador
Gemelo - Angelica García
Phasor - Helado Negro
El nuevo orden del pop en 15 álbumes
La constelación de mujeres
¿Les ha pasado que organizan su casa de modo tal que todo cuadra bien, se ve ordenado y se sienten a gusto, pero, después de cierto tiempo, a pesar de que todo encaja, llega un momento en el que quieren cambiar la orientación de todos los muebles? La sensación es que todo parece estar “muy en su lugar” y se necesita un cambio de aires.
Pues, bien: creo que ese momento es al que llegó la industria pop. Desde hace años que se habla de Taylor Swift como el culmen de la industria, pero cuesta creer que su masividad sea tan absoluta o que sea un fenómeno replicable. Así ya no funciona la industria de la música. Billie Eilish apareció como una potencial sucesora generacional, pero junto a ella aparecieron más opciones. Con públicos cada vez más fragmentados, la idea del “reinado” en el pop tiende a desaparecer. Desde luego que hay figuras que convocan multitudes apalancadas por el poderío del mercado gringo, pero cuesta creer que haya un artista tan multitudinario que logre hacer que todos se identifiquen con él o ella. En ese panorama es que han emergido la constelación “pop girlie” explorando diferentes rangos emocionales; cada una con una personalidad y un sonido diferentes y una comunidad detrás alineada con su actitud. Alentadas por las conversaciones en Internet y por sus afiliaciones políticas manifestadas en redes sociales, esta nueva constelación de popstars representan una ruptura con el sonido pop optimista y masivo del tipo Happy de Pharrell Williams.
El hyperpop de Charli XCX fue el fenómeno del año. Al tiempo, sonó el pop irónico y pegajoso de Sabrina Carpenter. Y Chapell Roan (que lanzó disco en 2023) y su activismo por la salud mental. Y Beyoncé, que estrenó un álbum country e impulsó a muchos artistas negros en el género. Y la sudafricana Tyla y la nigeriana Tems, que llevan las banderas del amapiano y el R&B. Y el indie lofi de Clairo. Todo está ocurriendo al mismo tiempo. El hilo conductor es la experiencia de las mujeres. Estos cinco álbumes lo reflejan muy bien.





36. Short n’ Sweet - Sabrina Carpenter | Estados Unidos
37. HIT ME HARD AND SOFT - Billie Eilish | Estados Unidos
38. Brat - Charli XCX | Reino Unido
39. Charm - Clairo | Estados Unidos
40. Tyla - Tyla | Sudáfrica
El rap también es el pop
De la mano del nuevo pop, hay que hablar del (probablemente no tan) nuevo status del rap. Piensen en la época del antagonismo entre pop y rap: cuando EMINEM se colaba en la industria a través de la burla. O cuando el gangsta rap era un género emergente al que le temían. O en el rap político y combativo de Public Enemy. Hoy ese antagonismo con el pop es historia. El antagonismo del que sí hablamos este año fue el protagonizado por Drake y Kendrick. Mientras el primero fue convertido en meme, el segundo salió victorioso y coronado directo hasta el Superbowl 2025; del hombre del Pulitzer saltó a la era pop. Ya era hora para el rap, probablemente. Tyler, the Creator, también se instaló en esa disputa por la atención del público masivo. Su disco lo reafirma como un caso de estudio para la industria de cómo crear una historia con distintos personajes a través de una carrera artística. Junto a ellos, emergió la figura de Doechii, destacada en listas como las de Pitchfork o Complex tanto como Schookboy Q y Future con el productor Metro Boomin.
CHROMAKOPIA - Tyler, The Creator | Estados Unidos
42. GNX - Kendrick Lamar | Estados Unidos
Alligator Bites Never Heal - Doechii | Estados Unidos
44. We Don't Trust You - Future & Metro Boomin | Estados Unidos
45. BLUE LIPS - ScHoolboy Q | Estados Unidos
En el nuevo mundo del indie y el rock
El rock, sin duda, permanece en un lugar marginal si hablamos de nuevos públicos. Figuras como The Cure, Jack White y Nick Cave lanzaron álbumes este año, pero ninguno de ellos generó el ruido que se esperaría para semejantes carreras. Todos los años, en una que otra publicación, anuncian “el regreso del rock”, pero probablemente cuando eso ocurra realmente no será en la forma en la que los viejos rockeros esperan. Sin embargo, como siempre, en esa línea hay propuestas que parecieran delinear el rock y el indie del nuevo milenio. Por lo general, contienen ruido y misterio, como el proyecto Cindy Lee (Patrick Flegel), favorito para Pitchfork, probablemente puesto en ese lugar porque es el personaje al que menos le interesan los listados; el virtuosismo rabioso de St Vincent; la experimentación electrónica industrial de The Dare o la excentricidad nostálgica de la banda de Dublin Fontaines D.C, que hizo el disco del año para la lista de los amigos de Mondo Sonoro. Vean aquí la lista.
Diamond Jubilee - Cindy Lee
Submarine - The Marías
Romance - Fontaines D.C.
Todos nacen gritando - St Vincent
What’s Wrong With New York? - The Dare
Mis 10 álbumes favoritos de 2024
Remato con esta lista de 10 álbumes. Mis favoritos del año, excluyendo algunos de los que ya mencioné.
Small Changes - Michael Kiwanuka
Heavy - SiR
Timeless - Kaytranada
Maybe in Nirvana - Smino
Heis - REMA
Born in the WIld - Tems
Lungu Boy - Asake
Ooooh Honey! - Amahia
#gigi - Skaiwater
Girl’s notes - Jea Mira